AUTORIDAD, PODER, Y CONFLICTO EN LOS GRUPOS
En las instituciones o
empresas se necesitan
ejecutivos o trabajadores que
tengan la capacidad suficiente para saber que es diferente tener
PODER, que tener
AUTORIDAD, el poder
es inherente al cargo que la persona tiene en la institución.
Poder: Facultad y jurisdicción que alguien tiene para mandar
o ejecutar algo.
- Poder de Experto: Es aquella influencia que uno obtiene como resultado de su experiencia, habilidad especial o conocimiento.
- Poder referente o de referencia: Se basa en la identificación con una persona que tiene los recursos o rasgos que uno cree son deseables, surge de la admiración de otro y del deseo de ser como esa persona.
- Poder de recompensa: El poder también puede ser producto de la capacidad de una persona para otorgar recompensa.
Mientras que…
Autoridad: Prestigio y crédito que se reconoce a una persona
o institución por su legitimidad o por su calidad y competencia en alguna materia.
Existe diferencia, la autoridad se gana en base a conocimiento, trabajo,
aptitudes y actitudes y no deben pretender ganársela solo con bellas palabras,
se debe hacer que las actitudes hablen por nosotros, o quizás mejor aún, hacer
que exista coherencia entre lo que se piensa, lo que se dice y lo que se hace.
Poder: Concepto
mucho más amplio que el de autoridad,
es la capacidad de
individuos o grupos
de inducir o
influir en las opiniones o acciones de otras personas o
grupos.
Autoridad: En una organización es el derecho propio de un puesto
a ejercer discrecionalidad en la toma de decisiones que afectan a otras
personas.
Fuentes de Poder
https://www.studocu.com/en/document/universidad-tecnologica-nacional/psicologia-laboral/practical/poder-y-autoridad-en-los-grupos-de-trabajo/2525851/view
Hasta no hace mucho, los medios de comunicación (radio, TV y prensa) ocuparon un lugar trascendente en la comunicación e información.
Hoy, la inmediatez de las noticias en un mundo globalizado por la tecnología y el incremento del reclamo ciudadano a una información fidedigna y actualizada convirtieron a las redes sociales y sus protagonistas en una especie de corresponsales de prensa. Entre ellas, Twitter es la que más ha permitido el acceso inmediato a la noticia y posibilitó establecer una inmediata conexión con el epicentro noticioso a través de las palabras y las imágenes, desplazando virtualmente a la TV.
Las redes sociales son también una especie de archivo virtual donde quedan registrados los comentarios de sus protagonistas. Es así que frases que en algún momento resultaron irrelevantes adquieren mayor trascendencia política o social, de acuerdo al protagonismo adquirido por quien expresó un pensamiento.
Las redes vienen a cubrir ese vacío informativo que tanto los poderes constituidos como los medios de comunicación se resisten a publicar por temas de poder, conveniencia, connivencia con grupos de presión.
El derecho a la información es ejercido por una sociedad que exige el cumplimiento de su derecho cuando el silencio y la desinformación aparecen como protagonistas. Las cámaras fotográficas o de video de los teléfonos celulares son una alternativa fiable ante la ausencia de una cámara de televisión o de un micrófono radial.
En las redes sociales el derecho a la información que asiste al ciudadano no se reclama; ¡se ejerce! Y a pesar de que muchos periodistas han desestimado intencionalmente algunos hechos noticiosos, muchas noticias fueron tales a partir de su publicación en las redes. Las redes sociales permiten interactuar en la discusión de ideas de una forma dinámica escenificada en una “convención virtual”.
Para evitar la ambigüedad en el lenguaje y el error de interpretación en las ideas, el comunicador debe disponer de una gran capacidad de síntesis, para que, en 140 caracteres logre expresar una idea que no sea contradictoria y evitar los malentendidos.
Twitter ha logrado que sus usuarios recurran a los medios de comunicación tradicionales sólo para extraer los hechos objetivos de las noticias como datos, fechas, nombres, etc. y reescriban las noticias a través de sus interpretaciones o conocimientos; para los “twitteros” el análisis noticioso por medios y periodistas tradicionales carece de esa cuota que aporta la realidad y que afecta a los protagonistas de las redes.
Por eso las redes sociales se han convertido en un verdadero “brain storming” que ofrece diferentes perspectivas del hecho noticioso y obliga a repensar la idea central de la noticia desde otro ángulo de interpretación.
Con un promedio de 300 o 500 seguidores, el lector podrá darse una idea de cuántas interpretaciones surgen de una noticia si sólo un porcentaje de ellos decide manifestarse públicamente en el espacio virtual.
Para los gobiernos que recurren a ocultar la información, mentir o tergiversar la realidad, la existencia de las redes sociales se ha convertido en garante del derecho a la información y a la libertad de expresión.
La tecnología ha obligado a los gobiernos y a los ciudadanos a asumir que la realidad es analizada no sólo por un selecto grupo de pensadores, sino por aquellos individuos que se sienten con derecho y con la obligación de decir algo. Por eso las redes se convirtieron en una valiosa fuente de información, por la cantidad de informantes que aportan datos.
Subestimar el poder de las redes en un momento en que las sociedades reclaman mayor transparencia en los actos de gobierno, así como ética en sus representantes públicos, hace que los políticos presten cada vez más atención a estos procesos comunicacionales; internacionalizar campañas, denunciar atropellos a las libertades individuales, generar conciencia sobre una situación, son las claves que hacen de las redes una fuente permanente de información que puede desestabilizar el relato mentiroso y falaz que baja desde los centros de poder.
Como todo avance tecnológico, las redes han conmocionado la forma de comunicar ideas y noticias; recurrir a esta novedosa fuente de información resulta una obligación para quienes percibimos que las noticias filtran datos imprescindibles para los ciudadanos comprometidos con los procesos políticos y sociales de los países.
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